Tres sencillas técnicas de estudio para rendir más
Seguro que en estas fechas, habrán muchos estudiantes que
estén ya preparando sus exámenes finales. Ansiedad, nervios, poco tiempo por
delante…
¿Cómo puedo organizarme? Un dato que parece claro en la
sociedad de hoy en día es que estamos obligados a “almacenar una serie de
datos y conocimientos teóricos” para obtener una titulación, para escalar
niveles y aspirar a un logro personal y profesional determinado.
Pero son pocos los currículums académicos donde se incluye
el enseñar a los alumnos a estudiar, a saber gestionar su tiempo, e incluso su
ansiedad. Todos hemos sufrido nervios ante una situación de examen, y es común
que existan alumnos que no sepan cómo enfrentarse a estas situaciones para
poder demostrar con efectividad todos sus conocimientos.
En primer lugar hemos de tener claro que “estudiar” no
significa exclusivamente “memorizar”. Las personas tenemos escasa capacidad de
retentiva y tendemos a olvidar gran parte de lo que memorizamos.
Solo recordaremos aquello que nos sea significativo, de ahí
que sea necesario establecer primero un nivel de comprensión, de manejo de la
información, de transformación, con tal de que lo leído se instaure
significativamente en nuestro cerebro. Pero veamos mejor cada uno de los pasos.
1. ORGANIZACIÓN Y PLANIFICACIÓN DEL ESTUDIO
-Es necesario que establezcas un horario. Saber de cuánto
tiempo vas a disponer cada día para llevar a cabo tu estudio.
-Haremos también una escala de valoración de las asignaturas que más nos
cuesten, dedicando en especial más tiempo a las difíciles.
-Es imprescindible que cada día, establezcas también un tiempo de descanso.
Cuando estudiamos viene muy bien hacer algo de deporte, salir a correr por
ejemplo.
-Tienes que ser realista, estableciendo un horario que tú sepas que puedes
cumplir.
2. ESTRATEGIAS PARA CUMPLIR EL HORARIO ESTABLECIDO
-Debes comprender que el lugar que has dedicado para
efectuar el estudio, debes respetarlo. No dejes que te molesten amigos o
familiares, no pongas cosas que te distraigan, deja el teléfono móvil a un lado
y en silencio.
-Lo normal es que establezcas tiempos de 40 minutos. Nuestro
nivel de atención suele bajar ya cuando llevamos tres cuartos de hora
trabajando, así pues, puedes estructurarte los tiempos de 40 en 40
minutos, dejando 15 minutos de descanso entre medias.
-¿Y qué hago en esos 15 minutos de descanso? Te preguntarás. Existen
tres modos de relajación que te serán muy útiles para recobrar nuevamente un
buen nivel de atención. La primera es mirar durante 10 minutos alguna cosa que
esté a una distancia de dos o más metros. Hazlo con tranquilidad, respirando
suavemente, relajándote…
Después, relaja los músculos de tu cabeza, eleva tus cejas
unas cinco veces manteniéndolas unos segundos en tensión, luego relájate. La
tercera forma de relajación es bien sencilla, basta con respirar honda y
profundamente de manera lenta durante dos minutos. Es muy fácil y recobrarás
energías de inmediato.
3. EL MÉTODO L.S.E.R.M
Se trata de un sencillo método que nos va a servir para
conseguir un aprendizaje mucho más significativo, alejado de la simple
repetición memorística.
L= Lectura
El primer paso para el estudio es realizar la lectura del
texto que se debe aprender. Es pues una lectura primero exploratoria, y
después, comprensiva. Deberemos entender qué nos dice el texto, y
reflexionar un poco sobre lo que nos quiere transmitir.
S = Subrayado
Todo un clásico. Todos lo hacemos, pero ¿Lo hacemos bien?
Hay quien directamente lo subraya todo, o quien no sabe identificar lo
importante del texto. De ahí que sea esencial la lectura previa. Si no sabemos
qué subrayar, lo que podemos hacer es plantearnos preguntas. Ante cada párrafo,
piensa en una pregunta y subraya cuál podría ser la respuesta.
El subrayado debe darnos en un simple vistazo, la información verdaderamente
importante.
E = Esquema
¿Sabías que la memoria recuerda mejor los dibujos que las
palabras? Si organizamos la información en un esquema, el recuerdo será mucho
más rápido y significativo. El esquema es una técnica perfecta que
permite la representación gráfica del resumen del texto, para que, de un
solo vistazo, veamos el contenido y la organización de las ideas del material
de estudio.
R = Resumir y Repasar
Hay que tenerlo claro, un buen resumen no debe superar el 30
% del total del texto. Deberemos reflejar solo las ideas importantes con tus
propias palabras, demostrando que entiendes de lo que hablas. No parafrasees
líneas del texto, exprésalo de modo que el resultado sea enteramente tuyo.
Tras esto, repasa. Habla en voz alta, di lo que has entendido, refuerza la
información con datos que te puedan faltar.
M = Memorizar
Es el último paso, pero de haber realizado con éxito los
anteriores eslabones, debe ser fácil poder recordar todo lo que has trabajado.
La finalidad es crear datos significativos. Si empezamos a querer
“memorizar” desde el principio en la primera lectura, será un esfuerzo
sobrehumano, y al día siguiente, apenas recordaremos mucho.
Lo mejor es memorizar un poco cada día, mira tus esquemas,
tus resúmenes, evoca en voz alta, memoriza de forma que lo que introduzcas en
tu memoria te sea familiar y útil.
Texto de Valeria Sabater
Extraido de http://lamenteesmaravillosa.com/
Un saludico con mucha Educación ;-)